El Camino al Choro, en Yungas, La Paz, Bolivia, es una aventura incomparable que conecta la alta montaña andina con la exuberante selva tropical de los Yungas a través de un antiguo camino precolombino. Este sendero es un viaje multisensorial donde se experimentan cambios de paisaje, clima y biodiversidad únicos, pasando por ecosistemas que van desde páramos rocosos y nevados hasta bosques húmedos y verdes, cascadas y ríos cristalinos, enmarcados por el impresionante Parque Nacional Cotapata. Caminar por el Camino al Choro significa recorrer la historia viva de una ruta que unía las tierras altas con la Amazonía, mientras se disfrutan vistas panorámicas de picos nevados, la abundante flora y fauna y la auténtica cultura local.
El camino está compuesto por un empedrado ancho, muy bien conservado, que fue construido por civilizaciones preincas y fue parte de una extensa red que unía los Andes con la región amazónica. Durante la caminata se atraviesan tramos de piedra milenarios, puentes colgantes, y restos arqueológicos que permiten imaginar la importancia y vigencia histórica de esta ruta como corredor comercial y cultural.
La ruta ofrece un descenso desde los 4,700 metros en La Cumbre, con paisajes inicialmente de páramo altoandino, hasta llegar a la exuberancia selvática de los Yungas a menos de 1,300 metros. En este recorrido se pueden observar aves coloridas, mariposas, orquídeas, y una flora que cambia con cada kilómetro, además de animales como el oso de anteojos si la suerte acompaña.
A lo largo del Camino al Choro se encuentran diversas cascadas ocultas y ríos limpios que alimentan el caudal de la zona, donde los caminantes pueden refrescarse y disfrutar de la pureza de la naturaleza. Estos ambientes acuáticos son esenciales para la biodiversidad local y aportan un espectáculo visual y sonoro único que acompaña la travesía.
El camino finaliza en poblados como Chairo, donde las comunidades mantienen vivas sus tradiciones, gastronomía y formas de vida. Aquí se puede interactuar con los habitantes, conocer su estilo de vida en la selva y saborear platillos típicos, cerrando la experiencia con un encuentro auténtico entre naturaleza y cultura boliviana.
